No recuerdo si tendría 4 o 5 años cuando vi por primera vez un Ballet con bailarinas que desfilaban con gracia; pero si recuerdo que ese fue el momento que me marcó y me llevó a rogarle a mi madre que yo quería ser como ellas.
No recuerdo como fue que mi tía me aceptó en su riguroso y reconocido estudio de danza a mis 5 años; sólo sé que mi mente infantil se sobresaltó ante aquella inmensa perfección, y desde aquel día todo cambió para mi.
No recuerdo quién fue el que decidió que nos mudáramos de la ciudad en que vivía en ese entonces; sólo sé que en esos dos años que lo abandoné, no hice más que pensar en mi vuelta al ballet.
No recuerdo cómo fue que encontramos el nuevo conservatorio de Danzas; solo sé que desde el primer día que entré no podía despegarme de mis nuevas zapatillas de baile.
No recuerdo que día fue mi primer actuación en un teatro; pero si recuerdo cada una de las puestas en escena, de las coreografías, de los trajes que aún conservo intactos.
No recuerdo la cantidad exacta de frustraciones y días de tristeza por no conseguir la perfecta linealidad y coordinación en mis pasos; pero si recuerdo que éstas nunca superaron mis alegrías, mi emoción, y lo llena que me sentí con el contacto de la barra en clase, con mis compañeras en el vestuario, con las Supervisoras en nuestros exámenes y audiciones, con el público en los Festivales.
No recuerdo que pasaba exactamente por mi cabeza segundos antes de la Primera Evaluación, pero si recuerdo que en todas saqué más de 9, a pesar de que mi querida profesora siempre me ubicaba en el medio y adelante, con más de una taquicardia de por medio y vacilaciones que me hicieron perder el equilibrio en los adagios.
No recuerdo si fue o no un sueño, pero si recuerdo que este se hizo realidad el día en que mi Profesora me entregó mis primeras zapatillas de punta.
No recuerdo la dirección del Teatro, pero si recuerdo lo grandioso del día en que hice mi Primer variación como solista.
No recuerdo cuál fue el trágico día que el estudio y la inseguridad en mi misma se interpuso en mi vocación.
No recuerdo que ha sido lo que me llevó a abandonar esto que tanto amo.
Sólo sé que es la decisión que aún mas me duele.
Que más me hace sentir que llevo un año perdido.
...No recuerdo como fue, pero hace poco me ofrecieron bailar en una Obra. No exclusivamente de Danzas, pero quisieron que mi presencia se manifieste en un baile, lo mejor manera que tengo de expresarme.
Y acepté, infinitamente agradecida, por poder tener otro año sin perder totalmente el contacto con un escenario.
Gracias, Gracias y mas Gracias.
...No recuerdo cómo es que lo decidí. Pero ya lo hice. El año que viene, con pérdida de elongación o no, vuelvo a las tablas y las pirouettes.
jueves, noviembre 02, 2006
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2 comentarios:
Comunicado RAIB
Ahora estamos en la fase de las nominaciones, faltan muchos post por nominar hasta el día 5 a las 24h. puede que salgo otro mejor hay que esperar al día 6 ya se abren las votaciones hasta el 10.
Esperamos tu participación
yo moria igual que vos por las danzas clasicas.........
pero un capricho de niña me llevo a dejarlas......... despues hice otras, pero no es lo mismo......
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